El separatismo suele defender que el Rey no representa a la mayoría de catalanes. Sobre todo, después de su célebre discurso del 3 de octubre de 2017, cuando vindicó la legalidad constitucional frente al desafío secesionista y brindó el apoyo de la Corona a los catalanes violentados por el procés. Esta lectura, sin embargo, choca con este dato: el discurso del Rey en Nochebuena duplicó la audiencia del mensaje navideño del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Así, la alocución del monarca fue seguida por casi la mitad de los espectadores catalanes, mientras que la del presidente fue vista por un 16,4% de la audiencia.
El discurso del Rey —que apeló a la separación de poderes y al respeto de la Constitución como método para evitar el «germen de la discordia»— cosechó 566.000 espectadores, mientras que el de Aragonès —que instó a los catalanes a movilizarse por la autodeterminación— logró 283.000 —la hora de emisión no pudo ser determinante, pues ambos fueron emitidos a la misma: las 21 horas—. En cualquier caso, el escaso éxito de audiencia de Aragonès no constituye una sorpresa si se recuerda los datos declinantes de sus mensajes navideños. Y es que, si en 2021 logró 532.000 espectadores (23,7%), en 2022, se hubo de conformar con 401.000 espectadores (el 20,1%) —más de cien mil espectadores que este año—.