Nuevas revelaciones que evidencian que las protestas violentas de la plataforma Tsunami Democràtic tras la sentencia del procés en 2019 fueron financiados por el entorno de Pugidemont. El Triangle cuenta que el 14 de octubre de ese año, cuando Tsunami dio la orden de asaltar el aeropuerto del Prat a los radicales secesionistas, el italosuizo Nicola Foglia contactó con Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina de Puigdemont, ofreciéndose a pagar el agua y comida de los asaltantes al aeropuerto. Más tarde, Alay le remitió el número de cuenta de Jaume Cabaní Massip, contable de Puigdemnont, para que ingresase 6.000 francos suizos, de los cuales 5.000 eran suyos y 1000 más de su hermano.
Tal y como relata El Triangle, Cabany formaba parte del grupo de activistas encargados de recaudar el dinero, junto a otros como el empresario Oriol Soler. De todo ello se desprende que la cúpula separatista y, muy particularmente, Waterloo, fue quien hizo posible cortar la AP7 y el boicot de la jornada de reflexión de las elecciones generales de noviembre de 2019 —lo que supuso quebrantar la ley electoral—. También se ha descubierto que el dinero recaudado se repartía a través de la plataforma estripe.