La reunión entre los presidentes del Gobierno y del Govern, Pedro Sánchez y Pere Aragonés, celebrada este jueves en Barcelona se ha saldado con la adopción de cinco acuerdos, entre los que destaca la recuperación de la mesa de diálogo. Una herramienta ideada por ERC y que se activó en 2020, cuando los republicanos ayudaron a Sánchez a mantenerse como presidente del Gobierno con su abstención en la investidura. La mesa ha sido desde entonces duramente criticada por Junts frente a una ERC que siempre la ha defendido como el escenario en el que defender, además de la amnistía y el referéndum, otras cuestiones de interés para Cataluña.
Por otro lado, Sánchez y Aragonés han acordado que Cataluña gestionará el ingreso mínimo vital. Un traspaso que deberá aprobarse en el próximo Consejo de Ministros, según ha señalado el presidente catalán. Además, el Gobierno se ha comprometido a aprobar una ley de garantía del plurilingüismo «para asegurar los derechos lingüísticos de la ciudadanía de Cataluña». A estos acuerdos se suman los de la puesta en marcha de un centro tecnológico para la producción de chips en Cataluña y «el despliegue del acuerdo político para el traspaso de Rodalies».