El separatismo catalán pretendía organizar una marcha multitudinaria que recorriera las principales capitales europeas con unas 10.000 personas y con el objetivo de colocar la independencia de Cataluña en las agendas internacionales. Según desvela La Razón, el ideólogo del proyecto era el republicano Xavier Vendrell, exconseller y hoy integrante de la camarilla del presidente de Colombia, Gustavo Petro. El diario conservador asegura que en uno de los documentos incautados por la Guardia Civil a Vendrell, encontraron un texto en el que el separatista equiparaba esta protesta a la Marcha Verde del Sáhara y a la Larga Marcha de Mao Zedong.
El objetivo de Vendrell era lograr «la mayor movilización de la historia de la humanidad«. Y dado que en número no se podía competir con lo sucedido en el Sáhara, en la India o en China, el republicano planteó que sería la distancia recorrida la que convirtiera esta marcha en la más importante de la historia. Un pensamiento en la línea habitual del separatismo catalán, acostumbrado a pensar y difundir que sus protestas tienen trascendencia universal. Así, se pretendía recorrer 7.006 kilómetros en 297 días.
Vendrell, ideólogo también de la plataforma Tsunami Democràtic, proponía que la Marxa per la Llibertat movilizara de forma permanente durante esos días a unos 2.000 separatistas, que deberían ser 10.000 en sus principales paradas. Los manifestantes se trasladarían al lugar de cita en autobuses y vuelos charter e irían relevando a otros separatistas según las necesidades. Todos ellos deberían abonar una cuota de 15 euros mensuales, logrando así una recaudación de 200.000 euros al mes. Además, Vendrell preveía contar con el apoyo de empresarios patrocinadores, que aportarían cerca de 3 millones de euros.