Un año más, y como ya parece ser la tradición, el Ayuntamiento de Barcelona, presidido ahora por el socialista Jaume Collboni, ha vuelto a liarla con el Pesebre de Navidad. A pesar de que el Gobierno municipal aceptó en octubre la petición del grupo del PP de retornar al típico pesebre catalán, Collboni ha incumplido su compromiso y ha optado por un Belén, cuanto menos, peculiar. Se trata de una instalación con figuras en tres dimensiones que tiene 7 metros de altura y en el que se pueden observar 70 personajes que representan la diversidad de la ciudad. El autor ha sido el escenógrafo Ignasi Cristià quien señaló durante la presentación que «la polémica es buena porque crea debate».
El portavoz del PP, Daniel Sirera, ha mostrado su disgusto en X. Sirera ha recordado que pidió a Collboni el regreso a un pesebre «más tradicional». Algo que, a la vista de lo que se ha colocado en la Plaça de Sant Jaume, no ha sucedido. «Además», ha lamentado el portavoz municipal del PP, «nos ha costado 100.000 euros«.
El anti-pesebre rodeado de árboles rojos
Indignado se ha mostrado también el portavoz de Vox en el Consistorio, Gonzalo de Oro, quien ha afirmado que «Barcelona debe dejar de hacer el ridículo con pesebres performance e instalar un pesebre tradicional y más económico». En un comunicado, De Oro ha calificado el montaje de «un cutre anti-pesebre de cartón» y se ha preguntado cómo es posible que los barceloneses tengan que pagar 100.000 euros por esto. Una cantidad que, ha explicado, se divide en 20.000 euros en concepto de gastos artísticos y 80.000 más por montaje, producción y mantenimiento.
«Collboni sigue los pasos de Ada Colau«, ha añadido Del Oro, «y convierte el Pesebre de la Plaça de Sant Jaume en algo más polémico que tradicional, gastándose un dineral que sale del bolsillo de todos los barceloneses. ¿Tan complicado es instalar un pesebre tradicional para que las familias con niños puedan visitarlo, incluyendo todas las figuras?». El portavoz de Vox ha anunciado en el mismo comunicado que este grupo pedirá en las próximas comisiones municipales que se instale un pesebre más tradicional «y más económico» y que «dejen de hacer el ridículo con pesebres performance que no gustan a la mayoría de los barceloneses y en el que sustituyen al caganer por una chica sentada en un retrete». Finalmente, Vox ha acusado al PSC y Collboni de hacer «corporativismo político» pues han colocado en la fachada del Consistorio «árboles rojos que recuerdan al color rojo del Partido Socialista». «Los árboles de Navidad», ha concluido Del Oro, «son verdes, no rojos, sr. Collboni».