El PSOE de Pedro Sánchez ha comprado todo el discurso del separatismo catalán, de cuyos votos depende la actual legislatura. Y, así, el ministro de Transportes, el controvertido Óscar Puente, no ha dudado en asegurar este domingo que la judicialización de la política, a lo que los separatistas llaman lawfare, existe España y que negarlo es «un gesto de cinismo«. Puente ha expresado esta opinión en una entrevista en El Diario, en la que también ha asegurado que un claro caso de lawfare fue el sufrido por la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell. Hay, ha añadido, «otros de menor intensidad que están muy claros también y que han sucedido en este país».
Puente ha defendido el derecho de los políticos a «ser críticos con algunas decisiones judiciales» y más cuando «hay jueces que opinan todo el día sobre política«. Y se ha pronunciado así a la pregunta de si cree que el juez García Castellón ha cometido lawfare al decidir imputar a Carles Puigdemont por un presunto delito de terrorismo: «A mí no me gusta, parece ser que la libertad de expresión llega hasta ahí pero ellos eligieron un camino que era hablar a través de sus sentencias. Yo creo que nosotros estamos en nuestro derecho, sobre todo de poner el dedo en determinadas actuaciones que claramente tienen un cierto perfil político y una cierta finalidad política«.