Pese a que El País ha respaldado sin fisuras la amnistía pactada entre Sánchez y el separatismo, no todos sus columnistas suscriben la línea editorial del diario. A los artículos críticos publicados estos días contra la medida de gracia por Daniel Gascón, Fernando Vallespín o Juan Luis Cebrián, se le suman hoy dos: los de Manuel Jabois y Sergio del Molino. El primero firma un texto titulado La amnistía pija en el que denuncia que «gente instalada en el poder que, haciendo uso de su coche y su despacho oficial, se dedicó a hurtar dinero público de los servicios básicos a la construcción de un procés abocado al fracaso, y es eso, su posición privilegiada y su fracaso, lo que les ha hecho merecedores del perdón.»
Y añade: «Quien desde el PSOE se consuele señalando a los que rezan enfebrecidos en la calle, gritan fascistadas o ejecutan esa misión tan delicada de hacer que los votantes de izquierda piensen «ni tan mal la amnistía antes de esta recua» cometerá una temeridad». Por su parte, Del Molino, en Usted piensa en la amnistía, yo solo pienso en pañales, recuerda: «En 2011, yo estaba en una planta del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde mi hijo esperaba un trasplante de médula, cuando nos anunciaron que racionaban los pañales y otros suministros básicos para los niños hospitalizados. Un gestor encargado de los recortes sanitarios más salvajes que se habían visto en democracia decidió que Cataluña no disponía de recursos para la higiene de los niños con cáncer».
La insensibilidad del ‘procés’
Acto seguido, tras indicar que parte de ese Ejecutivo neoconvergente participó en los delitos del procés, agrega: «Nada de eso se recuerda en el acuerdo entre Junts y el PSOE. No debía de ser importante, al lado de las manifestaciones de las diadas y los referéndums. ¿A quién le importaba el culo de un puñado de niños moribundos cuando estaban en juego los decretos de Nueva Planta de 1714?».