España vivió ayer una jornada de manifestaciones masivas contra la amnistía, que se suman al rechazo que la medida de gracia ha suscitado en las asociaciones de jueces y en la oposición —además de la inquietud de la UE, expresada por su comisario, Didier Reynders—. Pese a ello, el PSC —cuya popularidad ante el electorado constitucionalista catalán podría verse dañada por el pacto con Junts, según han aventurado algunos analistas—, ha reivindicado sin fisuras el borrado del delito que cometieron los autores del procés. Así, su líder, Salvador Illa, ha defendido hoy en una entrevista en RTVE que han impulsado la medida por «convicción» y para «avanzar en el reencuentro».
«Esta medida demuestra la solidez de la democracia española, la capacidad de generosidad de la democracia española para cerrar una etapa y abrir una nueva, devolviendo al ámbito de la política aquello que es del ámbito de la política. Y haciéndolo, además, con pleno respeto al estado de derecho y garantizando la independencia del poder judicial», ha asegurado. Asimismo, ha sostenido que se trata de un «paso coherente» que abunda en el «camino de la reconciliación» que ya ha «dado frutos» con los indultos y la derogación del delito de sedición. Por lo que respecta a las protestas ocurridas en toda España, Illa ha manifestado su respeto «siempre que se mantengan en los cauces del respeto a otros puntos de vista», y ha recordado que los partidos que respaldaron la investidura recibieron votos «de ciudadanos tan españoles» como los que salieron ayer a la calle.