Un paso más en el proceso de rehabilitación por parte del PSOE de Carles Puigdemont. El número 3 de los socialistas, Santos Cerdán, el mismo interlocutor que pactó con Bildu, viajó ayer a Bruselas y se reunió con el expresident, por lo que la investidura parece ya inminente. Las críticas desde la órbita constitucionalista no han tardado en llegar, empezando por las del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha denunciado: «Después de la foto con Bildu, la foto en Bruselas con un huido de la Justicia». Y ha abundado: «Dejen de jugar a espaldas de los ciudadanos, digan qué negocian y acepten que los españoles sean consultados en unas elecciones porque no merecen un Gobierno nacido de una mentira».
Uno de los aspectos más comentados de la reunión es la gran fotografía del 1-O situada tras Puigdemont. «Detrás de esa foto -cuya retirada de una zona común ordenó el Parlamento Europeo- hay policías expulsados de hoteles como perros, amistades rotas, fuga de personas y empresas, servidores públicos señalados y una justicia y una monarquía como freno. A todos esos abofetea el PSOE», ha señalado la analista Andrea Martínez Molina.
Por su parte, el jefe de opinión de ABC, Diego Garrocho ha juzgado que «España se merece un Partido Socialista ejemplarmente democrático, no este esperpento».
Mientras, el columnista de The Objective, David Mejía, ha criticado: «Donde quedó la foto de Feijóo con Marcial Dorado».