El acuerdo entre PSOE y SUMAR es más un acto de precampaña que un acuerdo de gobierno y su lógica es continuista de la desarrollada por los gobiernos de Sánchez. En síntesis se trata de seguir engordando el sector público , ha anunciado que el coste de personal de las Administraciones Públicas se incrementará en 7500 millones el año próximo, y exprimiendo a los contribuyentes y empresas. Nada nuevo pero cada vez más asfixiante. España es el país en que más ha aumentado la presión fiscal en los últimos diez años. La política económica, fiscal y laboral va dirigida a uh modelo de sociedad en la que desaparecen las clases medias no dependientes del sector público o las grandes empresas.
Veamos algunas de las medidas anunciadas y su impacto, especialmente en pymes y autónomos.
- Disminución de la jornada. la disminución de la jornada sin reducción salarial es una medida perfectamente asimilable para grandes empresas y, sobre todo, administraciones públicas. En ministerios, consellerias, municipios o diputaciones hay tal exceso de personal, y se trabaja tan poco, salvo excepciones individuales, que pueden rebajar el horario lo que quieran que el ‘servicio‘ no lo notará. Si bajan las horas trabajadas y vuelven a la presencialidad los ciudadanos hasta lo agradeceremos. Para las pymes, especialmente en la hostelería el comercio, y el campo se trata de una medida más para darles la puntilla. Disminuir las horas trabajadas sólo agravará la tendencia a que las calles se vuelvan inseguras por el cierre de comercios o que los pequeños establecimientos caigan en manos de chinos o paquistaníes que, aparentemente, ignoran olímpicamente las normas laborales. Y no es una crítica a estos colectivos. Gracias a ellos seguimos pudiendo comprar una botella de leche a las once de la noche o tomar un café en el bar de la esquina. En todo caso el creciente número de locales vacíos, deshumaniza ciudades y pueblos y hace las calles más inseguras
- Aumento de la presión fiscal y las cargas sociales. La política social – comunista del gobierno se basa en la creación de empleo público, hay que colocar a familiares y amigos, y las subvenciones a múltiples chiringuitos con ‘ideales’ coincidentes con los del gobierno. También en ser generosos con diversos colectivos, inmigrantes o no, que se ven como un creciente caladero de votos. Se aumentan el IRPF, el impuesto de sociedades o los impuestos sobre el capital y las cargas sociales de las empresas, es decir se ataca directamente la creación de empleo. El ideal de la izquierda: o trabajas para el estado o una gran multinacional o vives de la subvención. Se trata de tener súbditos en lugar de ciudadanos. El tema es tan escandaloso que hasta la OCDE ha recomendado un política fiscal más favorable a la inversión y la creación de empleo, sustituyendo las medidas del gobierno por la subida del IVA, medida nada antisocial pues son los ricos los que más consumen en contra del mantra de la izquierda que ve la imposición indirecta como antisocial.
- Aumento de los permisos de maternidad y paternidad. Otra medida asumible por el sector público y las grandes empresas pero de imposible aplicación por una pyme. ¿Como va a aguantar una empresa de pocos trabajadores bajas tan prolongadas de una o dos personas y no sólo por el coste económico sino también por el de formación.
En definitiva, el gobierno, además de cargarse la concertación social, parece decidido a dar otro hachazo a la economía productiva en general y, especialmente a pymes en sectores como el comercio, la hostelería o las tareas agrícolas. Siempre queda la esperanza de que no llegue a formarse o que alguna de las medidas no pase el corte del Parlamento.