Esta misma semana, contábamos en ElLiberal.cat que una nueva encuesta constataba la caída electoral de Esquerra Republicana de Cataluña, que pasaba a ser tercera fuerza y se veía sobrepasada por Junts per Catalunya. Así, las cosas, su líder y presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, necesita recuperar el protagonismo perdido frente a Puigdemont, por lo que su gesto de acudir al senado a defender la amnistía —que el separatismo reclama a cambio de sus votos en la investidura de Sánchez— ha sido visto como una manera forzada de permanecer en el candelero.
Pese a ello, Aragonès puede verse solo en la Cámara Alta, pues Iñigo Urkullu (PNV) no asistirá y los tres lideres autonómicos del PSOE (Chivite, Larbón y García-Page) tampoco lo harán —quizá para evitar la encerrona de los populares—. En cambio, sí que asistirá al presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuya intervención contra la medida de gracia se prevé contundente. En cualquier caso, el movimiento permitirá a ERC recuperar foco en la negociación con la investidura, como ya lo hizo la llamada entre Junqueras y Sánchez de la semana pasada. Todo con un objetivo: evitar a toda costa el sorpasso de los neoconvergentes.