El prófugo Carles Puigdemont ha pedido este lunes a los separatistas catalanes «todas las precauciones posibles» ante lo que ha llamado «poderes profundos» del Estado. Lo ha hecho en un críptico mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), en el que, además, ha asegurado que son estos poderes profundos los que se encuentran en el «corazón del Estado» y «convierten los esfuerzos y acuerdos políticos en papel de fumar».
En el mismo mensaje, Puigdemont, que negocia en estos momentos el apoyo de los siete diputados de Junts a la investidura de Pedro Sánchez, ha asegurado también que «si se conocieran (y reconocieran) de verdad las raíces del conflicto político entre Cataluña y España, las cosas se explicarían de otra manera». Y ha puesto de ejemplo de esta afirmación lo sucedido con Lluís Companys: «España amnistió al presidente Companys, sí. Pero cuatro años y medio después, España lo fusiló«. Una forma como cualquier otra de decir que no se fía de la oferta que haya podido poner sobra la mesa el PSOE con respecto a la amnistía.
Nulidad de la sentencia
Justo este domingo se conmemoró el 83 aniversario del fusilamiento de Companys. Una jornada que el presidente del Govern, Pere Aragonès, aprovechó para exigir al Gobierno «una declaración institucional» para reconocer la «injusticia del proceso». El Govern quiere, además, que el Estado «manifieste la ilegitimidad del órgano» que juzgó a Companys y que declare «la nulidad de la sentencia».