El hecho que el Congreso se pueda intervenir a partir de ahora en catalán, gallego y vasco ha sido celebrado por la izquierda y el nacionalismo como un paso adelante en el reconocimiento del plurilingüismo del Estado español. Pese a ello, en la rueda de prensa para valorar este asunto, la consellera de Cultura de la Generalitat, Natàlia Garriga, se negó ayer a responder en castellano a los periodistas que se lo pidieron —cabe destacar que constituye una práctica habitual que los políticos nacionalistas catalanes realicen su declaración principal en catalán y luego efectúen un resumen en castellano para las radios y televisiones del resto de España—.
Por lo demás, en su intervención, desarrollada por completo en catalán, Garriga, celebró que el Congreso se abra ahora a las lenguas cooficiales gracias a las «fuerzas progresistas». En este sentido, la dirigente republicana se mostró orgullosa de que los republicanos hayan «forzado» al PSOE a adoptar este medida. «Lo que queremos decir es que la voluntad política, a veces, tiene que ser forzada, y para ser forzada hay que tener fuerza, y eso es lo que está pasando en estos momentos», aclaró.