Los diputados de Vox han abandonado este martes el Congreso al comenzar la sesión en la que, por primera vez en la historia, los representantes de comunidades con lenguas cooficiales podrían dirigirse a la Cámara en estas. Además de abandonar la sesión, los diputados de la formación liderada por Santiago Abascal han dejado sobre el escaño de Pedro Sánchez, que no estaba presente, los que han llamado «pinganillos del odio» y que deben servir para que los representantes puedan entenderse entre ellos, dada la negativa de las formaciones nacionalistas y separatistas a seguir utilizando la lengua común de los españoles.
Tras estos hechos, Abascal ha anunciado que Vox presentará diferentes iniciativas en el Senado para evitar que esta situación se produzca también en la Cámara alta. Unas propuestas que podrían poner en un aprieto al PP, que en su discurso parece contrario al uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y el Senado pero que este martes ha sorprendido a todos cuando su portavoz, Borja Samper, se ha dirigido a los diputados del PNV y Bildu en euskera.
Elementos «vertebradores de la nación»
Abascal ha dejado claro que el PSOE, Sumar y los partidos nacionalistas y separatistas «solo buscan romper los elementos vertebrados de la nación» y ha denunciado cómo todos ellos están empleando las «lenguas de nuestros abuelos» para enfrentar a los españoles. A esto ha sumado la denuncia sobre la posible ilegalidad de este uso de las lenguas regionales en el Congreso si haber aprobado la modificación del Reglamento de la Cámara. «La mayoría golpista», ha señalado, «es minoría en el Senado» y ha mostrado su confianza en el que el PP, que preside la Cámara alta, acepte sus propuestas para evitar que se produzca esta situación.