En diciembre, una delegación de la Unión Europea visitará las escuelas catalanas para verificar si la inmersión lingüística respeta los derechos civiles, tal y como le solicitó la Asamblea por la Escuela Bilingüe (AEB). Tal vez para contrarrestar dicha misión, la Generalitat organiza hoy un visita con cónsules de distintos países a dos escuelas catalanas: la Escola Muntanyeta de Barcelona y la Escola Francesc Aldea i Pérez de Terrassa. Sin embargo, tal y como ha hecho notar la AEB, estos centros distan de resultar ejemplares en su respeto por los derechos lingüísticos.
Así, la escuela Muntanyeta ha sido denunciada por negarse a enviar las comunicaciones a los padres en castellano, siendo su respuesta ofrecerles un traductor en las reuniones individuales. Asimismo, ha recibido denuncia por sustituir reiteradamente la clase de castellano por la de música —y bajar la nota a los alumnos que se quejaban—. Por último, el centro mantuvo dos años lazos amarillos en la fachada exterior y se negó a retirarlos pese a las quejas de los padres. En cuanto al segundo centro, no solo excluye el castellano como lengua vehicular, sino que denomina a uno de sus proyectos estelares «La República».