Finlandia ha anunciado este viernes su rechazo a la oficialidad del catalán, el gallego y el vasco el seno de la UE, tal y como ha solicitado España y se debatirá el próximo martes en el Consejo de Asuntos Generales de la unión. La petición obedece al compromiso del socialista Pedro Sánchez con los separatistas catalanes de conseguir este reconocimiento para el catalán en la UE. Un compromiso que no parece que vaya a poder cumplir pues los acuerdos del CAG deben adoptarse por unanimidad y, además de Finlandia, también Suecia se ha pronunciado en contra.
Según recogen diversos medios, el Gobierno finlandés considera que este reconocimiento a las lenguas regionales españolas tendría un coste económico por lo que apuntan a otro tipo de acciones «más sencillas» para promocionarlas. Además, el Ejecutivo presidido por el conservador Petteri Orpo ha llegado también a la conclusión de que ampliar el número de lenguas oficiales dentro de la unión tendría como consecuencias prácticas el retraso en la toma de decisiones y en la entrada en vigor de las leyes comunitarias. Finlandia se suma así a Suecia, que ya mostró días atrás sus reticencias a aprobar esta propuesta y que pidió más tiempo para analizar sus consecuencias.
Ante esta situación, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha ofrecido la posibilidad de que sea España la que se haga cargo de los costes económicos que puede suponer el reconocimiento de estas lenguas como oficiales dentro de la UE. De momento, los servicios jurídicos del CAG han solicitado a España más tiempo para analizar la propuesta, tanto en sus términos económicos como en lo que supondría este reconocimiento dada la existencia de otras lenguas minoritarias en los países de la unión. Esta petición dará probablemente al traste con la intención de Sánchez de que este asunto se debata el día 19 por el CAG, tal y como se ha comprometido con ERC y Junts.