Seis eurodiputados se desplazarán a Cataluña entre los días 18 y 20 diciembre para analizar in situ el modelo de inmersión lingüística en catalán, tras haber aceptado la Comisión de Peticiones del Parlamento europeo una queja de la Asamblea por una Educación Bilingüe (AEB) sobre este problema. El objetivo del viaje es «comprobar el impacto que el modelo de inmersión lingüística obligatoria en catalán tiene para los alumnos castellanohablantes, especialmente para los alumnos con necesidades especiales y los que se incorporan al sistema educativo catalán llegados desde otras comunidades, países europeos o extracomunitarios», según ha informado la AEB en un comunicado.
La entidad constitucionalista catalana presentó su queja en 2017 y a lo largo de estos cinco años ha aportado a la Comisión de Peticiones «documentación, testimonios y pruebas que demuestran la exclusión del español/castellano de las aulas catalanas y las perjudiciales consecuencias para la formación de los alumnos catalanes».
Principios fundamentales de la UE
Entre otra documentación, la AEB ha remitido a la comisión la relativa a los incumplimientos de «algunos principios fundamentales de la UE». En este sentido, la entidad presidida por Ana Losada ha explicado en su nota que ha enviado a la Comisión de Peticiones la información relativa a los incumplimientos de sentencias, tanto por parte del Estado como de la Generalitat, «que reconocen el derecho de los alumnos a ser escolarizados también en castellano». Además, ha denunciado que se incumplen los principios relativos a la protección de los niños, el de igualdad ante la ley y la prohibición de discriminación o los referentes a la libertad de circulación y de residencia dentro de los países de la unión.
En el mismo comunicado, la AEB ha señalado que está «satisfecha» por la visita y ha destacado el apoyo que ha recibido su queja por parte de los diputados de Renew Europe, PP Europeo y Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos. La entidad ha pedido a los integrantes del grupo de eurodiputados que trabajen «con objetividad y sin presunciones» y ha explicado que confía en que la visita «sea un punto de inflexión que sirva para acabar con el discriminatorio modelo de inmersión lingüística obligatoria en catalán que se fundamenta en razones políticas identitarias y nacionalistas, en ningún caso pedagógicas«.