La victoria de la selección femenina de Fútbol sigue escociendo en los círculos separatistas. Después de que el Govern no felicitase a las jugadoras —pero sí exigiese la dimisión de Rubiales por el beso a Jenni Hermoso— y que TV3 se refiriese al triunfo como «muy azulgrana», son diversos los separatistas de índole radical en redes los que han reprochado a la jugadora Aitana Bonmatí actuar como una «botiflera» (traidora a la patria, en el argot nacionalista).
Y es que, el padre de la jugadora, declarado secesionista, fue detenido en 1992 poco antes de los Juegos Olímpicos y denunció torturas por parte de la Guardia Civil. Uno de los que ha contribuido a difundir más los hechos ha sido el periodista del ARA Pere Antoni Pons, que en un tuit aseveró: «El padre de la mejor jugadora del mundial de la selección española fue, treinta años atrás, brutalmente torturado por la Guardia Civil, a instancias de un juez español muy progre y en una operación de Estado absolutamente avalada por el PSOE». «La putísima España es exactamente esto», añadió. A continuación, circularon con profusión en Twitter los insultos contra la jugadora por su supuesta «traición a Cataluña»