Este martes 4 de julio se ha presentado el Programa Electoral del PP para las elecciones generales del 23-J. Son 365 medidas detalladas en 112 páginas.
Poca gente lee los Programas Electorales de los partidos. Y la experiencia demuestra que, con frecuencia, lo que se dice en tales Programas está para no cumplirse.
Es indudable que muchas de las medidas que es necesario tomar no se pueden poner en un Programa Electoral, so pena de ahuyentar a los votantes. Esto vale especialmente para España pues, a partir de 1 de enero de 2024, se termina la barra libre de gasto público. Bruselas va a controlar nuestras cuentas y nos va a forzar a déficits inferiores al 3% (en el 2022 tuvimos un 4,8%). Y tendremos que pagar una factura gorda por los intereses de la Deuda. Precisamente en estos días están subiendo mucho los tipos de interés. Gane quien gane, habrá que apretarse el cinturón. Sólo hace faltafijarse en lo que va a hacerun país tan sólido como Alemania: reducción drástica del gasto en todos los Ministerios, salvo Defensa.
¿Qué política fiscal será posible en este nuevo escenario de austeridad? La única posible consiste en reducir el déficit público al tiempo que se estimula el crecimiento y la creación de empleo. ¿Y cómo se hace eso? Reducir el déficit obliga a no bajar la presión fiscal. Y obliga a controlar/reducir el gasto público. Estimular el crecimiento obliga a no subir la presión fiscal y, sobre todo, a crear desde el Estado un clima de empatía, confianza y seguridad, atractivo para los empresarios españoles y extranjeros. Crecer es la única solución. Las cosas pintarán bien si creamos 1,5 millones de empleos.
Todo esto es duro de contar. Por eso, en los Programas Electorales se hacen promesas que suenen bien al oído del votante. O se hacen declaraciones de carácter general que comprometen poco. Esto aplica sobre todo a los partidos con posibilidad de ganar. Los demás partidos se sienten mucho más libres para prometer cosas imposibles o insensatas, en la seguridad de que no van a tener que ponerlas en práctica.
De todos modos, vamos a ver qué sacamos en limpio del Programa Electoral del PP en materia fiscal y en algunos otros temas de gran interés para las cuentas públicas.
SISTEMA FISCAL EN GENERAL
Se propone su reforma integral, pensando en fomentar el ahorro y la creación de empleo. Poco más. Pero aquí hay mucha tela que cortar. Es verdad que las cotizaciones a la SS son más altas en España que en la UE. Y que en IRPF y Sociedades estamos en línea. Y que donde nuestra recaudación falla es en el IVA (por la abundancia de tipos reducidos) y en los Impuestos Especiales (el gravamen sobre hidrocarburos es escaso). Habrá tiempo de entrar en detalles.
IMPUESTO SOBRE LA RENTA
Se propone deflactar la tarifa (rebajarla por la inflación) para la clase media. Así, se rebajará de inmediato el IRPF para rentas inferiores a 40.000 euros. Esto se notará. Puede que esta rebaja se aplique ya en este mismo año 2023.
Aumentarán la reducción por Planes de Pensiones, de 1.500 a 3.000 euros.
IMPUESTO SOBRE EL VALOR AÑADIDO
Se propone reducir el tipo que se aplica a la carne, pescado y conservas. Se pasará del actual 10% al 4% o 5%. Esta será una medida temporal.
IMPUESTOS SOBRE ELECTRICIDAD Y GAS
Actualmente, el tipo de IVA en la factura de electricidad y gas es el 5%, en lugar del 21%. El Impuesto Especial sobre Electricidad es el 0,5%, en lugar del 5,11%. Y el Impuesto sobre el Valor de Producción de la Energía Eléctrica es el 0%, en lugar del 7%. Esto es así hasta 31.12.2023. El Programa del PP no entra en esto. Suponemos que estas rebajas se mantienen hasta esa fecha.
IMPUESTO SOBRE GRANDES FORTUNAS (IGF) Y SOBRE PATRIMONIO
Respecto al IGF se propone su eliminación. Así, este impuesto sólo habrá estado en vigor durante un año, el 2022 (a declarar y pagar antes del 31.07.2023).
Respecto al Impuesto sobre el Patrimonio, se propone su mantenimiento como impuesto de competencia autonómica, de modo que, si una Comunidad Autónoma decide bonificarlo, bien está. Hay que decir que este impuesto es una antigualla que no existe en ningún otro país de la UE.
IMPUESTOS EXTRAORDINARIOS SOBRE BANCA Y ENERGÉTICAS
No se dice nada en el Programa. Todo apunta a que se mantendrán. Cabe preguntarse: ¿sólo por 2022 y 2023 o haciéndolos permanentes? ¿manteniendo como base imponible la facturación o centrándola en los beneficios extraordinarios? Es probable que en su configuración actual estos impuestos sean anulados por el Tribunal de Justicia de la UE.
ATRACCIÓN DE NUEVOS RESIDENTES
Se propone implantar incentivos fiscales para los no residentes que establezcan su residencia fiscal en España e inviertan aquí. Esto va en línea con la Comunidad de Madrid, que permitirá deducir en la cuota autonómica del IRPF un 20% de la inversión realizada. Creemos que España es un destino ideal para jugar esta baza (como hacen Italia, Portugal, y Reino Unido).
PENSIONES
Se asegura su sostenibilidad y suficiencia. No se dice que se revalorizarán automáticamente con el IPC. Se dice que se revalorizarán en el marco del Pacto de Toledo. En el Pacto de Toledo actual está la revalorización con el IPC. Claro que el Pacto de Toledo es una Comisión del Congreso cuya composición puede verse modificada.
Quizá tengamos suerte con el IPC de 2023 y estemos muy por debajo del 8,5% de la última subida. Haber subido todas las pensiones el 8,5%, incluso las más altas, ha sido un despropósito. Todo se paga con más Deuda.
MOCHILA AUSTRÍACA
Se propone que, de las cotizaciones sociales que ya pagan, las empresas aporten mensualmente una parte a una cuenta individual del trabajador, que se llevará consigo cuando cambie de empresa y que le acompañará durante toda su vida laboral.
Esto suena muy bien, pero es difícil de implementar. El sistema de pensiones no puede permitirse una reducción de los ingresos por cotizaciones. Y las empresas no pueden permitirse un aumento de dichas cotizaciones.
VIVIENDA
Se promete derogar la reciente Ley por el Derecho a la Vivienda (LDV).
Esta es una medida correcta pues la LDV machaca la seguridad jurídica de los propietarios, reduce la oferta de vivienda en alquiler y provoca incremento de los precios. Todo lo contrario de lo que necesitamos.
También se promete un sistema de avales públicos para que los jóvenes de menos de 35 años puedan acceder a préstamos hipotecarios de hasta el 95% del precio de compra de su primera vivienda habitual. Ojalá funcione.