La visión sobre el problema nacionalista en Cataluña se encuentra dividida. Mientras algunas voces alertan de que la aparente calma tras las concesiones del Ejecutivo de Sánchez al secesionismo—indultos y reforma del Código Penal a instancias de sus socios separatistas— tiene fecha de caducidad y cesará en cuanto gobierne el PP, otras insisten en que el apaciguamiento ha dado resultado y que el problema prácticamente se ha solventado. Esta es la tesis del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en una entrevista esta mañana con Ana Rosa Quintana ha reivindicado de nuevo su medida más contestada: los indultos a los autores del golpe secesionista de 2017.
«Cataluña fue uno de los principales problemas de los últimos 12 años. Tuvimos una declaración unilateral de independencia, los líderes independentistas han pasado cuatro años en prisión, e hice un cambio de opinión para construir convivencia en Cataluña», ha declarado Sánchez. Y es que a su juicio, y pese a lo impopular de los indultos concedidos Según Sánchez, a pesar de que a muchos ciudadanos no los gustó esta decisión, «hoy afortunadamente Cataluña no es uno de los principales problemas de los ciudadanos, y en Barcelona y el resto de localidades de Cataluña se respira convivencia».