El Consell per la República, la entidad creada y dirigida por el expresidente del Govern y eurodiputado, Carles Puigdemont, fugado de la Justicia desde noviembre de 2017, se ha desmarcado del separatismo más radical y ha pedido que en las elecciones generales del próximo 23 de julio los independentistas protagonicen «un desbordamiento democrático» en las urnas. Puigdemont se desmarca así de otros grupos como la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que promueven la «abstención masiva» en estos comicios.
La entidad liderada por Puigdemont ha emitido un comunicado en el que pide a los separatistas que voten a las formaciones independentistas que presenten candidatura. La entidad privada radicada en Waterloo, que funciona como si de un Govern paralelo se tratara, considera que es «imperativo» que estos partidos se comprometan a «no garantizar la estabilidad política de ningún gobierno español que no se comprometa inequívocamente con una solución política del conflicto basada en la amnistía y el respeto al derecho a la autodeterminación». Así, si los separatistas son clave para la formación del nuevo Gobierno central que surja de las urnas, el Consell per la República propone que pongan como condición para llegar a acuerdos «una agenda independentista clara y comprometida con el camino hacia la república catalana».
Movilización en las calles
La asociación de Puigdemont considera que los separatistas deben ser «un grupo lo suficientemente numeroso» en el Congreso «para poder bloquear la investidura» del presidente que surja de las urnas. Además, apuesta porque el «desbordamiento» se dé en el mayor número de escenarios posible «por medio de la movilización ciudadana en las calles, de la desobediencia civil no violenta» y «en el seno de las diferentes instituciones». Para ello, y como era de esperar, promueve la «unidad estratégica» de los partidos independentistas con el objetivo de «confrontar» a un «unionismo que siempre está por su unidad estratégica cuando se trata de combatir» al separatismo.