El informe de Violencia Política de 2022 elaborado por Impulso Ciudadano muestra que este fenómeno está cambiando en Cataluña. Por una parte, los delitos de odio han descendido, pero por otra ha aumentado la hispanofobia. Así, los incidentes violentos han descendido de 351 en 2021 a 155 en 2022. Sin embargo, el estudio constata que la «hispanofobia es el eje central del discurso del odio en Cataluña»: los delitos de contenido hispanófobo pasan del 30% en los años anteriores a un 51,6 del total de los recogidos en 2022.
Por otra parte, la investigación muestra que el secesionismo recurre a la violencia de manera abrumadoramente superior al constitucionalismo. El 98,7% de los incidentes (153 de 155) han sido cometidos por individuos partidarios de la secesión. Asimismo, el constitucionalismo es la víctima principal de esta hostilidad: en 116 ocasiones (74,84%), los destinatarios de los actos y mensajes de odio han sido contrarios a la secesión. El informe concluye que la «violencia política» es un «hecho diferencial de la política catalana», y que éste es alentado por la «complicidad del nacionalismo» gobernante.