El socialismo se ha mostrado muy crítico con el hecho que el PP de Daniel Sirera en Barcelona puede facilitar que el secesionista Xavier Trias se erija finalmente en alcalde de Barcelona —la ministra de Defensa, por ejemplo, ha calificado esta posibilidad como «terrible». Sin embargo, los socialistas tampoco rechazan coronar a alcaldes separatistas en otras localidades catalanas. Es el caso de Serrià de Ter, donde los antisistema de la CUP ocuparán la alcaldía gracias al apoyo del PSC.
Así, el PSC, con dos escaños, hará posible que la CUP, con seis, ostente la alcaldía en el municipio, después de ésta haya desbancado a la que era la primera fuerza de lugar (Esquerra Republicana, que llevaba 16 años gobernando). De momento, la izquierda radical ha querido aclarar que no estamos frente a un acuerdo de Gobierno, sino tan solo de investidura. Pese a ello, no cierran la puerta a sumar a los socialistas al Ejecutivo en aras de la estabilidad.