El hijo de José María Enríquez Negreira, Javier, ha pasado este viernes de testigo en el caso Negreira a imputado tras apreciar la jueza del juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona indicios del presunto delito de blanqueo de capitales. La petición de imputación había sido formulada por La Liga, en un caso en el que se investigan los pagos realizados por el FC Barcelona a Enríquez Negreira, entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), que ascenderían a más de 7 millones de euros y que se realizaron por supuestos servicios de asesoramiento al club catalán.
La petición de imputación de Enríquez por parte de La Liga obedece a que el hijo de Negreira fue coach de árbitros en activo en el mismo periodo en el que su padre fue contratado por el FC Barcelona. Además, Javier Enríquez era el gerente de la empresa a través de la cual Enríquez Negreira facturaba sus servicios al Barça. La empresa, Dasnil 95, sí está imputada en el proceso, en el que también figuran como investigados el propio FC Barcelona y sus expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu.
La jueza, además y según recogen diversos medios, ha decidido modificar el periodo investigado, ampliándolo hasta el año 2001. También ha decretado el secreto de las actuaciones judiciales durante el plazo de un mes. Decisiones dadas a conocer un día después de que se sepa que el informe de la UEFA sobre este escándalo apuesta por dejar al Barça fuera de la Champions durante una temporada.