Entre los dirigentes secesionistas, son frecuentes las posturas maximalistas que tratan de evidenciar su distanciamiento con todo lo que represente el «Estado español». En este sentido, uno de los líderes con posiciones más extremas suele ser el expresident fugado y líder del Consell per la República Carles Puigdemont. Hoy mismo, sin ir más lejos, ha amonestado a los catalanes separatistas que mostraban su solidaridad con el ministro Félix Bolaños por el trato recibido por la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que puso trabas a su acceso a la tribuna de autoridades durante las celebraciones del 2 de mayo.
«Recordatorio para la gente que empatiza con un ministro español por una pelea madrileña: es ministro del mismo gobierno que nos pone el nombre en el aeropuerto sin consultarnos y organiza una cumbre hispano-francesa en Barcelona sin avisar al Gobierno de Catalunya», ha sentenciado Puigdemont en su cuenta de Twitter. Asimismo, tras recordar que su Ejecutivo «hace un Ayuso» al ningunear en Europa a los «eurodiputados independentistas catalanes», ha asegurado que tampoco «muestra la más mínima empatía a las víctimas de la represión (de hecho, se ríen) ni con el pueblo de Catalunya que fue agredido por la policía y por el discurso del rey».