La Generalitat no piensa controlar las relaciones de Puigdemont con Rusia. Así se desprende de la respuesta de la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, al diputado socialista David Pérez a una pregunta por escrito sobre las conexiones del expresidente con el Ejecutivo ruso. Así, después de los contactos que mantuvo en los años 2019 y 2020 el jefe de la Oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, con dirigentes rusos, Pérez preguntó si el Govern ejercerá «el control previo de las actividades futuras de la Oficina del Expresident Carles Puigdemont.
Por su parte, Vilagrà respondio que los expresidentes deben elaborar una memoria anual que debe incluir la «descripción de las actividades llevadas a cabo durante el periodo correspondiente», así como «la información detallada sobre los gastos de funcionamiento de la oficina y sobre los gastos derivados del ejercicio de los derechos y prerrogativas reconocidos por la presente ley, de acuerdo con la dotación presupuestaria asignada». Por tanto, concluyó, «no se prevé la adopción de medidas de control de las oficinas de los expresidentes de la Generalitat fuera de lo que establece esta normativa».