El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ya ha convocado la primera reunión con su grupo de expertos para preparar su particular Acuerdo de Claridad, una propuesta que toma como referencia la Ley de Claridad canadiense para sentar las bases de un futuro referéndum secesionista en Cataluña. En este sentido, son varios los analistas que han destacado que la Ley de Claridad de Canadá se impulsó porque en su constitución, a diferencia de la española, no se indica la titularidad de la soberanía ni que su nación sea indivisible. Y es que, en la práctica, los límites marcados por la ley de Claridad impidieron la celebración de nuevos referéndums en el país norteamericano.
En la reunión, según ha explicado El Nacional, Aragonès ha trasladado cinco cuestiones a los expertos para que trabajen sobre ellas —en un par de meses habrán de tener listo un informe—. La primera es: «¿Qué características tendría que incluir un acuerdo de claridad con el Estado español para resolver el conflicto político?». Ésta cuestión servirá para fijar la naturaleza del conflicto. La segunda, «¿Qué mecanismos existentes en la política comparada permitirían aportar soluciones al conflicto político?», busca referentes en el extranjero. La tercera, se pregunta por los «actores políticos e instituciones que tendrán que tomar la iniciativa para implementar las soluciones».
En pos de la «máxima legitimidad»
La cuarta, por su parte, se interroga por la «función» del referendo. Es decir, si será consultivo, para ratificar un acuerdo previo, etcétera. Por último, la quinta inquiere a los expertos sobre las características que tendría que tener el referéndum para «disfrutar de la máxima legitimidad».