Los defensores de la inmersión lingüística han celebrado que el Tribunal Constitucional haya rechazado el recurso de Vox contra la Ley Celaá, que entre otras cosas, suprimía la referencia al castellano como lengua vehicular en la enseñanza. A este respecto, el TC considera que no es necesario que el Estado establezca porcentajes lingüísticos, pero sí que haya un «patrón de equilibrio e igualdad entre las lenguas». Algunos han entendido que el dictamen avala que el castellano desaparezca como idioma vehicular en la escuela. Sin embargo, según los expertos, no es así.
«Ya dijimos en su momento que el TC avalaría la cuestión lingüística de la ley de educación porque, como ya hizo con la ley catalana, equipara oficial con vehicular y, aunque no se diga explícitamente, si es oficial es vehicular», aclara en redes el lingüista Javier Pérez. «Si la LEC había superado el filtro constitucional sin citar explícitamente al castellano/español como lengua vehicular, aunque el TC interpreta que solo es constitucional si se entiende implícitamente, era obvio que lo mismo sucedería con la ley Celaá», añade. Y finaliza: Por tanto, llevar ese aspecto al TC conociendo la jurisprudencia era regalarle al gobierno y, sobre todo, a los nacionalistas una victoria comunicativa, que no jurídica.