Ni Junts ni la CUP apoyan la propuesta presentada este martes por el presidente del Govern, Pere Aragonés, bajo el nombre de Acord de Claredat y que solo puede entenderse como una segunda edición del procés pero con diferentes actores al mando. Menos aún ha gustado la idea al expresidente Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española desde finales de 2017 y hoy eurodiputado. En un largo tuit publicado en su cuenta de esta red social, Puigdemont ha asegurado que se trata de una propuesta electoralista que ya fue rechazada por el Parlament y que podría ocultar la supuesta pretensión de ERC de volver a investir presidente a Pedro Sánchez «y tener gasolina para una nueva farsa de la mesa de diálogo».
A la calle
Separatistas como el posconvergente y ex vicepresidente del Parlament, Josep Costa, han sido más contundentes que Puigdemont. Costa ha propuesto en la misma red social que no participe ningún partido en la Taula de Partits que pretende convocar Aragonés dentro del Acord de Claredat. Y, además, ha pedido que salgan a la calle «miles de independentistas» para exigir la dimisión del presidente.
Minoría absoluta
El portavoz de Junts, Josep Rius, también ha mostrado su rechazo a la propuesta, asegurando que se trata de «una huida hacia delante» de Aragonés «después del fracaso de la mesa de diálogo» y que, además, «huele a electoralismo». La presidenta del partido, Laura Borràs, ha señalado, por su parte, que ya fue rechazada por el Parlament y que «un gobierno en minoría absoluta» debe respetar las decisiones de la Cámara autonómica.
De entrada, no
Rechazo también en la CUP al Acord de Claredat. La portavoz de los antisistema, Laia Estrada, ha asegurado que se trata de una propuesta que «no tiene recorrido». Los cupaires, sin embargo, sí han puesto sobre la mesa otras opciones como, por ejemplo, «abrir un nuevo ciclo para ampliar derechos», «superar los límites de las imposiciones del Estado desde las instituciones y la calle» y «disputar la soberanía en todos los ámbitos».