Es conocido el carácter estrictamente monolingüe de cualquier política llevada a cabo por la Generalitat de Cataluña. Tanto la Administración como la Educación vetan el castellano, hasta el punto que en ésta última se ha considerado una injerencia inasumible que la Justicia haya dictaminado que el 25% de las clases deben ser en español, lengua oficial y mayoritaria entre los catalanes. Así, el nacionalismo y el PSC impulsaron una norma para paralizar la aplicación del citado porcentaje, que está pendiente de ser examinado por el Tribunal Constitucional.
Pese a ello, como ha advertido en redes el diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco, el Govern no ha tenido impedimento en ofrecer información bilingüe en el perfil de su «embajada» en México. «La Generalitat, que no utiliza el español -lengua de la mayoría de los catalanes- ni a mal de morir, sí lo utiliza en el perfil de su flamante chiringuito en Hispanoamérica». Y concluye, ironizando: «Me parece inhumano este brutal ataque al náhuatl, zapoteco y awakateko, lenguas «propias» del territorio».