Los ex consellers Alba Vergès y Chakir el Homrani (Asuntos Sociales), junto a otros cuatro ex altos cargos del Govern, han culpado este viernes al sistema catalán de residencias para mayores del impacto que tuvo en estos centros la pandemia de COVID-19 y del elevado número de fallecimientos entre sus usuarios. Vergès y El Homrani han dado esta justificación ante el grupo del Parlament que estudia cómo afectó la pandemia a las residencias y por qué se produjeron en estos establecimientos miles de muertes en los primeros meses de la crisis. Junto a los ex consellers han comparecido también los ex secretarios generales Oriol Amorós y Francesc Iglesias, de Asuntos Sociales, y Laura Pelay y Marc Ramentol, por Salud.
Todos ellos han denunciando las «malas condiciones» en las que se encontraban buena parte de estos establecimientos en Cataluña cuando se declaró la pandemia de COVID-19. Francesc Iglesias, incluso, ha recordado que fue necesario que la Generalitat interviniera 35 residencias, según recoge Crónica Global, y que se actuó sobre un total de 350. Oriol Amorós, por su parte, ha señalado la falta de inversión en residencias como una de las explicaciones mientras que Laura Pelay ha recordado que el estado de algunas de ellas en los primeros meses de la crisis era «lamentable».
Chakir el Homrani ha señalado, por su parte, que la crisis en las residencias no afectó solo a Cataluña. Sin embargo, ha admitido que es necesario «situar las debilidades del sistema catalán de residencias para saber qué pasó». La ex consellera de Salud y hoy presidenta sustituta del Parlament, Alba Vergès, ha calificado de «entorno complejo» el sistema de residencias y ha incidido en que para el Govern fue prioritario atender a sus usuarios. Marc Ramentol, finalmente, ha asegurado que el protocolo del Sistema de Emergencias Médicas aprobado en marzo de 2020 fue «mal entendido» y ha negado que el mismo indicara que no se trasladara a los ancianos a los hospitales puesto que, ha señalado, se realizaron 10.000 «derivaciones urgentes».