El empresario catalán Félix Millet ha muerto este jueves a los 87 años de edad en una residencia privada, donde cumplía parte de la condena de nueve años y ocho meses que le fue impuesta en 2020 tras saquear el Palau de la Música y hacerse con 23 millones de euros. Millet había sido encarcelado en la prisión de Brians 2 y había ingresado en los últimos años en varias ocasiones en el Hospital Penitenciario de Terressa, pero en febrero la jueza de vigilancia penitenciaria autorizó que pasara parte de su condenada en un residencia privada.
Desde 1990 Millet presidió la Fundació de l’Orfeó Català-Palau de la Música Catalana. Cargos que ocupó hasta que en 2009 estalló el escándalo del caso Palau. El empresario y su mano derecha, Jordi Montull, fueron acusados de un desfalco multimillonario que, a su vez, salpicaba a las financias de Convergència. Millet fue condenado en 2020 a nueve años y ocho meses de prisión y al pago de una multa de 4,1 millones de euros. Montull, por su parte, fue condenado a siete años y seis meses y a una multa de 2,9 millones de euros.
Muy admirado en la sociedad catalana hasta que saltó el escándalo, Millet, sin embargo, es hoy recordado por gestos como el de casar a su hija en el Palau, cargar la fiesta a las cuentas de la institución y embolsarse la mitad del convite que habían pagado sus consuegros. Así se ha podido comprobar en redes sociales como Twitter, donde muchos han señalado esta anécdota como símbolo de la corrupción en Cataluña.