La retirada de la bandera española de la sala de prensa protagonizada por la diputada de Junts per Cataluña, Míriam Nogueras, sigue en el centro de atención mediática. Ayer lunes, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, envió una carta a la diputada neoconvergente para censurar su «ofensa a un símbolo nacional, como es la bandera» y una «inaceptable falta de respeto» a la Institución y a aquellos que representa. Asimismo, le recordó que el artículo 16 del Reglamento la obliga a respetar «el orden, la cortesía y la disciplina parlamentaria».
La reacción de Nogueras no se ha demorado. En una misiva de respuesta, la diputada separatista ha calificado de «sorprendente» que la presidenta del Congreso se preocupe por «aspectos escénicos», y ha reivindicado el acto como parte de su derecho a la «libertad de expresión». «Da la sensación que cada vez le pesa más la influencia de la ultraderecha a la hora de valorar la tarea de todos los diputados», ha asegurado. Finalmente, le ha reprochado preocuparse por este asunto y no haberlo hecho «lo más mínimo de las amenazas de muerte, sexistas, y de todo tipo, recibidas en los últimos días».