La rebaja que el Gobierno ha aplicado al delito de malversación pactada con sus socios de ERC no se entiende en Europa. Así se desprende del hecho de que la presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, la alemana Monika Hohlmeier, trasladó ayer a puerta cerrada a la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, trasladase su preocupación por la rebaja de dicho delito y su repercusión en la protección del dinero europeo que recibe España. «¿Por qué rebaja España el delito de malversación?», preguntó Holhmeier. Según los asistentes, Calviño evitó responder y alabó los sistemas antifraude españoles.
Los hechos no han tardado en ser criticados por algunas voces constitucionalistas. Es el caso del portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, Nacho Martín Blanco, que ha desgranado la siguiente reflexión en su cuenta de Twitter: «Lo de Sánchez rebajando las penas por malversación para mantener el apoyo de sus socios malversadores no lo entiende nadie más allá de los propios malversadores. Ni en España ni en Europa». Y ha añadido: «Pero Sánchez sigue durmiendo a pierna suelta en la Moncloa. Vergüenza.»