A principios de mes, la presidenta de la CCMA, Rosa Romà, se vio envuelta en una cruda polémica en redes social a raíz de unas declaraciones suyas en Crític, en las que afirmaba «hemos de tener a aquel que pueda explicar mejor la noticia, sea del idioma que sea». Dichas palabras no gustaron al sector del separatismo que considera que TV3, por recurrir puntualmente a un experto o entrevistado que se exprese en español, sufre un preocupante proceso de «castellanización».
Así, Plataforma per la llengua cargó duramente contra la práctica de contar con expertos castellanohablantes, criticando además que no se les doblase o subtitulase si se recurría a esta opción. A éstas le siguieron también las críticas del expresident Carles Puigdemont, que consideró «inaceptables» las palabras de Romà, el cantante y activista Lluís Llach, que pidió explicaciones a ERC por haberla nombrado, o la miembro del Consell per la República, Neus Torbisco, que arremetió contra el «imaginario colonizado» de algunos dirigentes catalanes.
Ahora, Romà ha mandado una carta al CAC para que éste, aunque carezca de competencias sobre las redes sociales, emita una «acción de respuesta» ante la «campaña de desprestigio» que ha sufrido. Y es que ella, ha recordado, también dijo que el catalán debía priorizarse y que solo se debía recurrir al castellano cuando no hubiese otra opción. Sin embargo, esta parte de su discurso ha sido omitida por sus críticos.
