En un contexto de crisis e inflación como el actual, la ciudadanía suele mostrarse susceptible con los gastos superfluos de la órbita política, especialmente con los sueldos estratosféricos de sus protagonistas. Pero esta sensación puede incrementarse si los políticos con dichos sueldos se quejan de trabajar en exceso. Es lo que ha ocurrido con la consellera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge, que, a peser de gozar de un sueldo de 117.000 euros anuales, ha protestado por su «volumen de trabajo», afirmando: «No nos da la vida».
El comentario lo ha hecho después compartir un tuit viral en el que una usuaria desvelaba un correo del Boletín Oficial de Aragón en el que, por error, se coló una frase de uno de los trabajadores que afirmaba que la «vida no nos da para más». «Puede hacer reír, y nadie querría que le pasara, pero no nos da la vida por más es la realidad las personas que tenemos responsabilidades políticas». Y ha concluido: «La intensidad y el volumen de trabajo son brutales, sobre todo si quieres aprovechar al máximo la oportunidad de realizar cambios de fondo».