La afinidad de la alcaldesa de Barcelona con el secesionismo ha sido siempre materia de discusión. Así, pese a que siempre se ha declarado «no independentista», Ada Colau afirmó haber votado «sí, sí» en el 9N, respaldó la votación ilegal del 1 de octubre y lució un lazo amarillo en la solapa para protestar por la condena a los autores del golpe. Ahora, sin embargo, con el sentimiento secesionista en horas bajas —recientes encuestas muestran que el apoyo popular a la secesión ha bajado del 40%—, Colau ha matizado su opinión, mostrándose aparentemente más cerca del constitucionalismo.
Es lo que ha hecho en el programa de la 2 Cafè d’Idees, presentado por Gemma Nierga, donde ha afirmado que «ahora tengo claro que votaría que no». «Me parece irreal, no habría reconocimiento internacional y no es viable», ha señalado. Aun así, ha declarado que eso no significa que le guste el statu quo actual y que ella «mejoraría muchísimo» la relación de Cataluña «con el Estado». Asimismo, ha defendido que se plantee un referéndum separatista: «Lo hemos defendido siempre, es absolutamente legítimo». Ahora bien, en la actualidad reniega de la vía unilateral: «Ha fracasado seguro».