Los sindicatos han decidido mantener la huelga educativa prevista para los días 25 y 26 de enero contra el conseller de Educación Josep Gonzàlez-Cambray, pese a las reuniones mantenidas con el Departamento para tratar de evitarla. «No rechazamos la propuesta del departamento, pero queremos presionar al máximo para incorporar nuevas medidas», ha explicado la portavoz del sindicato nacionalista USTEC. Entre las reivindicaciones sindicales se cuenta negociar el adelanto escolar o asegurar la estabilidad de los interinos que no logren plaza.
Sin embargo, y pese a la beligerancia mostrada por Cambray en la cuestión lingüística —prometió que ningún centro aplicaría el 25% de castellano dictado por la Justicia— el manifiesto firmado por sindicatos como CNT, USTEC y CSIF asegura que el Departamento de Educación no defiende el catalán, sino que lo «ataca». «La inmersión lingüística, modelo clave para la cohesión social se ha visto atacada por sucesivos embates judiciales, pero también por una nueva legislación autonómica que bajo el pretexto de la autonomía de centre pretende atomizar el sistema», reprochan los sindicatos.