El discurso actual del Gobierno con respecto a Cataluña es que, una vez realizadas las concesiones al separatismo en forma de indultos o reforma del Código Penal para beneficiar a los autores del golpe de 2017, el problema nacionalista en Cataluña habría desaparecido. Relato que contrasta con el que mantiene Esquerra Republicana, que asegura que éste está «más vivo que nunca» y cuyo próximo peldaño en la construcción nacional pasa por consolidar el denominado «derecho a decidir». Una muestra más de estas narrativas paralelas se ha produjo ayer, cuando la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, aseguró sin tapujos que «el conflicto catalán ya está resuelto».
Así, en una entrevista en El Periódico de España, Sánchez ha mantenido que las concesiones al secesionismo no perjudicarán los resultados socialistas en las próximas autonómicas porque el «conflicto catalán se sitúa en la posición 42 en las preocupaciones de los españoles, cuando hace unos años se encontraba en segundo lugar». «Resolver la cuestión catalana era una cosa primordial dentro de los objetivos de esta legislatura. Y eso se ha conseguido», ha proseguido. A este respecto, ha explicado que «la solución solo puede ser el diálogo», y, finalmente, ha aprovechado para cargar contra los populares: «Durante su legislatura tuvieron lugar las declaraciones de independencia y los referéndums ilegales»