Pese a que el derecho de autoderminación no es un derecho reconocido internacionalmente —solo se reconoce en caso de colonización o de represión de derechos fundamentales— el separatismo catalán parece decidido a seguir reivindicándolo para que cale en el imaginario colectivo su supuesta legitimidad. Conviene recordar, además, que, en el caso de España, para que una parte del territorio pudiera celebrar un referéndum de estas características sería necesario modificar la Constitución, y en estos momentos no se dan las mayorías necesarias. En cualquier caso, la posibilidad de ejercer este presunto derecho en un futuro —tal y como reclama ERC, socia del Gobierno— ha vuelto a la palestra de la mano de las declaraciones de la nueva magistrada del Tribunal Constitucional, María Luisa Segoviano.
Y es que ésta, en una entrevista concedida a Onda Cero, ha manifestado que la autodeterminación «es un tema complejo» que llegado el momento habría que «estudiar». «Ese es un tema muy complejo, sumamente complejo. Es un tema con muchas aristas que hay que estudiar», ha explicado, añadiendo: «No hay que rechazar de entrada nada, pero no quiere decir que se admita, eso hay que tenerlo muy clarito».
Ambigüedad para evitar la recusación
Estas declaraciones han dado pie a que muchos medios interpreten que Segoviano no descarta la Autodeterminación o se muestra proclive a validarla. Sin embargo, sus palabras también pueden interpretarse como una manera de no definirse sobre el asunto. La razón que tendría la magistrada para no pronunciarse ni a favor ni en contra es que, de hacerlo, su toma de postura podría ser utilizada en un futuro para exigir su recusación por parcialidad.