El caso Pegasus, según el cual los dirigentes separatistas habrían sido espiados masivamente por el Gobierno de España a raíz de los hechos del procés, sigue desinflándose. Según el director de Citizen Lab, Ron Deibert, el diputado de Junts per Catalunya, Toni Comín —que actualmente se encuentra fugado de la Justicia— no fue espiado tal y como se denunció en un principio. Al parecer, el programa cometió un error confundiendo las iniciales T.C. (de Toni Comín) con las iniciales A.C. (otra persona cuyos dispositivos fueron infectados con Pegasus).
«Descubrimos que un investigador había leído mal las etiquetas asignadas a los resultados de dos personas, lo que provocó una confusión entre los teléfonos propiedad de dos personas con las mismas iniciales que formaban parte del mismo grupo de objetivos potenciales en la investigación del CatalanGate», ha explicado Deibert en un comunicado.
Una investigación bajo sospecha
Cabe recordar que en mayo pasado un equipo de 15 investigadores de distintos países envió una carta a la Universidad de Toronto denunciando las lagunas éticas y metodológicas de la investigación de Citizen Lab. La misiva ponía de relieve los vínculos de varios participantes con los servicios de inteligencia rusos y los conflictos de intereses con empresas como Apple.