El Gobierno y sus socios republicanos, embarcados en discursos paralelos. Mientras el primero asegura que, tras las concesiones judiciales realizadas al secesionismo, no habrá referéndum de autodeterminación en Cataluña, los segundos ya están planteando una reforma de la Constitución para poder celebrarlo. Y es que, crecido tras sus recientes éxitos —han logrado que el Ejecutivo suprimiese el delito de sedición y rebajase el de malversación—, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès ha declarado hoy en una entrevista en La Ser: «Si el problema es la reforma de la Constitución y no es la voluntad política, abordémoslo». Recordemos que esta misma semana ERC puso sobre el tapete su voluntad de celebrar un plebiscito en Cataluña.
En cualquier caso, Aragonès no ha aclarado si su partido recurrirá a la vía unilateral si no consigue celebrar el referéndum de manera pactada: «Primero había que reducir la capacidad opresiva y ahora viene la cuestión de fondo que es cómo se establece la relación entre España y Cataluña. Nosotros defendemos la independencia y celebrar un referéndum y otros defienden el estatus quo, que es no hacer nada». En este sentido, Aragonès apuesta por abordar el asunto en la mesa de negociación con el Ejecutivo en breve: «Hay intercambio de opiniones, pero no hemos abordado aún el referéndum, pero nos gustaría hacerlo en los próximos meses. Tenemos que saber que hay diferentes posturas y plantear alternativas».