El cambio de propiedad de Twitter esta revelando cada día noticias sobre episodios de censura en la plataforma social. El caso más llamativo es el que afecta a Hunter Biden en relación con la publicación del contenido de su ordenador que confirmaría, supuestamente, que su padre facilito sus negocios en Rusia y Ucraina. Asimismo el ordenador contendría otros materiales sensibles relacionados, supuestamente, con cuestiones sexuales y de drogas, según informan medios norteamericanos. La información sobre el escándalo, revelada por New York Post, habría sido censurada en Twitter por James Baker, abogado de twitter, ex asesor general del FBI. Dicha censura, en la que habrían colaborado grandes medios de comunicación como la NBC, ABC o CBS entre otros, se habría hecho en connivencia con el Partido Demócrata y las principales empresas tecnológicas para no perjudicar a Joe Biden en plena campaña electoral por la presidencia de EE.UU.
Estos hechos han motivado el despido de Baker por parte de Elon Musk, que en los últimos días ha revelado otros casos de presunta censura, incluida una denuncia contra Wikipedia por anunciar la posible eliminación de una entrada sobre los archivos de Twitter.
Elon Musk se ha convertido en el nuevo objetivo del establishment demócrata, lo que no es de extrañar. Es una incomoda piedra en el zapato en el hasta ahora plácido control del partido demócrata de la mayoría de grandes medios en EE:UU. En las próximas semanas asistiremos a campañas de desprestigio contra el fundador de Tesla.
Una batalla trascendente para la libertad de información.Aunque Musk no lo tiene fácil pues ni siquiera tiene el respaldo total del Partido Republicano, que desconfía de su independencia.