En todo momento, el Gobierno de Pedro Sánchez ha asegurado que la supresión del delito de sedición no es un precio para conseguir el apoyo de los nacionalistas a los Presupuestos Generales del Estado, sino que se trata de homologar las penas con el resto de Europa —supuestamente más bajas— y de desinflamar la tensión secesionista en Cataluña. Sin embargo, de nuevo el secesionismo ha puesto en evidencia el relato del Ejecutivo al confirmar el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, que usaron su voto al proyecto de los presupuestos —aún pendientes de las enmiendas que se presenten el próximo día 9 de diciembre— como «palanca de fuerza» para eliminar dicho delito.
«Desgraciadamente muchas veces tenemos que utilizar palancas de fuerza para que el PSOE se mueva, incluso en compromisos que, de hecho, son suyos», desveló Rufián a RNE. Posteriormente, el diputado republicano ha insistido en la misma idea en su cuenta de Twitter: «No confieso nada. Respondo a la pregunta de siempre con la respuesta de siempre: El PSOE no hace, al PSOE se le obliga a hacer». «Dicho esto», ha añadido, «Esquerra encara cada negociación de forma aislada. Negociamos y negociaremos». La semana que viene, durante la presentación de enmiendas aludidas, se verá si algún grupo parlamentario aboga por modificar el delito de malversación, lo cual beneficiaría a los políticos secesionistas implicados en el procés.