La reputación como gestor económico de Esquerra Republicana vuelve a resentirse. El alcalde de Salou (Tarragonès), Pere Granados, ha afirmado que Hard Rock ha paralizado los trabajos de su ambicioso complejo turístico en Salou y Vila-Seca, recordando que la inversión prevista ascendía a los 700 millones de euros. Granados ha achacado la culpa al Govern, después de que el Departament de Acció Climàtica emitiese un informe desfavorable sobre la idoneidad del proyecto por no cumplir los criterios ambientales. Cabe recordar que, mientras que Junts exige para apoyar los presupuestos que el Ejecutivo catalán facilite la inversión del Hard Rock, la CUP le exige lo contrario.
En cualquier caso, el convergente Granados ha reclamado a la Generalitat que avance en la aprobación del Plan Director Urbanístico (PDU) de la iniciativa en aras de trasladar «tranquilidad a la empresa».
Algunas voces apuntan a que la decisión de la compañía podría ser una medida de presión dirigida al Govern para acelerar la aprobación del PDU. En el extremo contrario a Granados se sitúa la plataforma Aturem Hard Rock, que ha asegurado que las palabras de éste son «solo una intento de desmovilizar a la oposición y presionar a la Generalitat para aprobar el PDU con un intento de chantaje».