María Paula Caycedo reúne experiencia profesional en 4 países diferentes, 3 industrias y varias áreas de negocio. Sus últimos 12 años han sido en la industria automotriz, acumulando conocimiento sobre el cambio de tendencias de los clientes de movilidad y la necesidad de un nuevo enfoque sostenible. Actualmente, es directora de Innovación del Hub Sur de EIT Urban Mobility KIC, del European Institute of Innovation and Technology, entidad dedicada a configurar la movilidad del futuro que, desde 2019, tiene sus oficinas centrales europeas en Barcelona.
¿Qué es EIT Urban Mobility KIC?
Esta entidad es, en realidad, una empresa público-privada que se creó en 2019. Es más que claro que existe una emergencia climática que ha conllevado unos objetivos, bastante ambiciosos, que es preciso alcanzar. Como reducir las emisiones un 55% de aquí al 2030, y la neutralidad en carbono en el 2050. Fuimos creados para ayudar a las ciudades europeas a alcanzar estos objetivos.
¿Cómo se consigue esto?
Generando, gestionando y trabajando una red: el ecosistema completo de la movilidad. Y poniéndolo al servicio de las ciudades.
Defina «ecosistema completo de movilidad»…
Son las ciudades mismas, los reguladores, obviamente, los ciudadanos. Son también las grandes corporaciones, las start ups, las universidades, los centros de investigación. Es decir, el sector público, el privado y el académico que se juntan para trabajar en innovaciones que generen respuestas a estos retos que tienen las ciudades.
Esto implica tecnología, innovación ¿y cambios de comportamiento?
Si. Por ejemplo, el llamado «Citizen Engagement», para involucrar al ciudadano en esta transformación, y conseguir que pueda absorber el cambio. Porque la tecnología y la innovación están muy bien, pero si no conseguimos que los ciudadanos adopten estas nuevas ofertas, productos y servicios que promovemos, de nada sirve.
«La tecnología y la innovación están muy bien, pero si no conseguimos que los ciudadanos adopten estas nuevas ofertas, productos y servicios que promovemos, de nada sirve»
Disminuir el uso del coche ¿sería un ejemplo?
En efecto. Aunque sacrificar la comodidad del coche en pro de la multi movilidad, de la movilidad activa, según para quién, cuesta trabajo y, por muy buena que sea la oferta, hay gente que prefiera la comodidad. El objetivo de trabajar con las ciudades y con todo el ecosistema es asegurar que sea una gestión 360.
¿Que cubra todo?
Exacto, que no sea sólo decir «ah, pues hay que sacar los coches de la ciudad, los sacamos y ya está», no, se tienen que dar alternativas, se tienen que proveer buenos servicios de transporte público, se tiene que ser complementario con otros medios de transporte, y tampoco podemos pasar, de un día a otro, a obviar completamente el coche privado.
¿Estamos haciendo la vida imposible al coche?
No, pero tiene que haber un reajuste del vehículo privado en el reparto modal de la ciudad.
¿Es posible reducir la presencia del coche teniendo socios como AUDI, SEAT o VOLKSWAGEN?
Este es un importante reto, y nos toca vivirlo ahora. Al final, el tema de los vehículos privados, no puede ser un tema en «blanco y negro». No podemos sacarlos de la ciudad, lo que hay que reequilibrar es su presencia. Tampoco estamos buscando proteger el vehículo privado, porque nuestro rol es neutro, y eso es también lo interesante.
«El tema de los vehículos privados no puede ser un asunto de «blanco y negro». No podemos sacarlos de la ciudad, lo que hay que reequilibrar es su presencia»
El objetivo es la «climate neutrality».
Esa es nuestra agenda principal. Por ejemplo, Mercedes se acaba de unir a nosotros, y el objetivo sigue siendo compartido: cómo podemos diversificar, cómo evolucionar el modelo de negocio. Todo está cambiando y aunque el mercado del vehículo privado todavía crece, en algún momento tiene que bajar.
Ahora, tenemos la crisis de los «microchips».
Y los problemas derivados de los precios de la gasolina. Todo ello ha impulsado las ventas de vehículos eléctricos. En este momento, la demanda es más alta que la oferta. Los fabricantes sienten que todavía tienen poder, pero muchos se dan cuenta que tienen que evolucionar.
¿Qué les suelen pedir?
Es habitual comentarnos: «Con todo lo que conozco, con todo este músculo y esta infraestructura que tengo, ¿cómo puedo optimizarlo hacia diferentes ámbitos de futuro?». Y pueden explorar alternativas con nosotros.
La movilidad interurbana ¿tendrá creciente presencia?
Por supuesto, ésta será la «siguiente ola». La gente quiere vivir fuera de la ciudad, pero también tienen que desplazarse para trabajar a las ciudades, y todavía no disponen de alternativas lo suficientemente eficientes al vehículo privado.
¿Están trabajando en este tema?
En este sentido, lo que estamos contemplando son redes de parkings disuasorios, que estén conectadas con diferentes medios de transporte para dirigirse a cualquier destino en la ciudad.
Sigue existiendo una necesidad latente del vehículo privado
Así es, pero es prioritario asegurar que, lo más pronto posible, esta necesidad evolucione hacia un vehículo eléctrico, que tenga un impacto más bajo en la huella de carbono.
En paralelo, asoma el vehículo autónomo…
Lo que nos interesa especialmente del vehículo autónomo es que, ojalá, ayude a potenciar el concepto de vehículo compartido y transporte a la demanda. Ese es el futuro a largo plazo que queremos ver para los vehículos privados.
Y entre tanto, se investigan alternativas
Si, por ejemplo, SEAT ha apostado por SEAT MÓ, adaptándose a la movilidad del segmento más joven, diversificando y complementando su oferta de movilidad, con vehículo compartido, patinete compartido o moto compartida.
¿Y se crean nuevas oportunidades de negocio?
SÍ, por ejemplo, a través de una start up de Barcelona, estamos trabajando en un sistema de intercambio rápido de baterías ya vacías por otras cargadas, que es multimarca, para que pueda ser usado en vehículos de distintos fabricantes. Esta es también una forma interesante de diversificar la oferta.