Si bien la alcaldesa de Barcelona no se reclama netamente secesionista, el constitucionalismo ha criticado que sus postulados suelen coincidir en mayor medida con el separatismo que con sus tesis. En este sentido, recuerdan que Ada Colau, además de defender el derecho a la secesión y la exclusión del castellano escolar, llegó colocar un lazo amarillo de grandes dimensiones en la fachada del Ayuntamiento —que finalmente fue retirado por los tribunales—. Ahora, ha vuelto a lanzar un guiño al mundo separatista al reclamar el regreso del prófugo Antoni Comín ayer en Barcelona durante una entrega de premios.
En concreto, lo hizo durante la gala del 37 Premio Internacional Alfonso Comín, padre el eurodiputado y actualmente vicepresidente del Consell per la República. «Más allá de las ideas políticas de cada uno, sería de consenso general que pudiera estar aquí y esperemos que pronto pueda estar», manifestó Colau. En este sentido, la alcaldesa de la Ciudad Condal quiso «reivindicar que acaben las excepcionalidades que hacen que Toni no pueda estar aquí cuando tendría que estar aquí».