A raíz de la sentencia del 25% de castellano escolar, la inmersión que aplica la Escola Catalana suele acaparar el grueso de la atención mediática sobre la ofensiva de la Generalitat contra los derechos lingüísticos de los catalanes castellanohablantes. Sin embargo, no es el único ámbito en el que el Govern carga contra ellos. Así, las multas lingüísticas por usar el español en lugar del catalán, pese a no ocupar normalmente los titulares, continúan produciéndose. El último caso ha tenido como protagonista a la cadena de restaurantes Burger King, que podría ser multada por la Agencia Catalana de Consumo.
Ésta le ha abierto un expediente sancionador tras la denuncia en 2020 de Xavier Dengra, que puso una reclamación porque un local de la Ronda de Sant Pau en Barcelona no incluyó el catalán en una de sus máquinas de pedidos. «El panel electrónico no mostraba el catalán como opción, por lo que, como clientes, no hemos podido solicitar nuestro pedido en nuestra lengua, lo que contradice el código y la ley de consumo de la Generalitat», protestó Dengra. La respuesta de la ACC ha sido informar a Dengra de que el expediente abierto a Burger King podría desembocar en una sanción económica.