En su clásico ensayo Contra Cataluña, el periodista Arcadi Espada denunció el habitual subterfugio del nacionalismo para defenderse de las críticas: atribuirlas a una supuesta catalanofobia. Esta estrategia no ha caído en desuso, como atestigua que el jefe de Oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, haya recurrido a ella en sus últimas declaraciones. Y es que la mano derecha del expresident fugado ha cargado en su perfil de Twitter contra TV3 por informar sobre la última gira del cantante Joaquín Sabina, lo que para Alay supone «hacer propaganda de la catalanofobia».
La presunta catalanofobia del cantante se debe, principalmente, a unas declaraciones suyas efectuadas en 2017, en las que éste se mostraba muy crítico con el nacionalismo catalán y el procés, pero en modo alguno contra el conjunto de los catalanes. «Lo peor del procés es que ha provocado la división de las familias, el no poder hablar con tranquilidad con tu cuñado. Los independentistas han hecho un mundo de mejores catalanes y peores catalanes, o no catalanes, que es una cosa diabólica», manifestó Sabina en una rueda de prensa. Desde entonces, el cantante ha sido duramente criticado por la prensa y líderes separatistas.