La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de recortar los horarios de apertura de las terrazas de Enric Granados ha puesto en pie de guerra a los miembros del Gremi de Restauració, que, en un hilo de mensajes publicado en Twitter, han advertido a la alcaldesa, Ada Colau, de que «los juzgados dirimirán» sobre esta cuestión. El Consistorio ha anunciado este jueves que, a partir de mañana, estos establecimientos tendrán que cerrar sus puertas a las 00.00 horas los viernes, sábados y vísperas de festivos y a las 23.00 horas el resto de la semana.
El Ayuntamiento basa su decisión en un informe del Departamento de Evaluación y Gestión Ambiental de la Gerencia de Ecología Urbana, según el cual el ruido que provocan los 82 establecimientos que trabajan en este eje del Eixample supera en «3 decibelios los límites permitidos de noche». En un comunicado, el Consistorio ha informado de que esta medida forma parte del «plan de reducción de contaminación acústica en las calles y plazas«. Vías que, añade, «serán declaradas Zona Acústicamente Tensionada en horario nocturno». Con el adelanto del cierre de estas terrazas, se pretende «combatir el exceso de ruido durante la noche y garantizar el descanso de los vecinos y su derecho fundamental a la intimidad».
«Reivindican el toque de queda»
El decreto, que ha sido publicado este jueves en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona, ha hecho estallar al Gremi de Restauració, que, en su cuenta de Twitter, ha acusado a los vecinos de haber provocado esta respuesta por parte del Ayuntamiento. Vecinos que, aseguran, son muchos menos de los que inicialmente pudiera pensarse. También han apuntado hacia medios como La Vanguardia y TotBcn, que están dando cobertura a los que «reivindican la Barcelona del toque de queda«.
«Esto no va de Enric Granados o de las plazas de Gràcia», han añadido, «quieren recortar el horario de las terrazas de toda la ciudad y sin distinciones. Y también el de las discotecas y los bares musicales». Y razón no les falta puesto que el Ayuntamiento, en su comunicado, indica que existen en la ciudad seis áreas de «especial saturación de terrazas» en las que es necesario «buscar el equilibrio de usos entre las actividades de restauración y las necesidades de la población residente y evitar que se produzca una sobreocupación en algunas calles». De este modo, las terrazas de las plazas de Sol y Revoluciò, en el barrio de Gràcia, también verán recortados sus horarios a partir de este viernes «por razones de orden público, convivencia con el vecindario y medioambientales por exceso de ruido».
Los restauradores, por su parte, llevan ya semanas criticando estas medidas. Y no han dudado en echar mano del humor para demostrar que, en su opinión, el Ayuntamiento está actuando de forma arbitraria a la hora de gestionar el tema de las terrazas en la ciudad. Así, días atrás publicaron en sus redes sociales un vídeo protagonizado por la actriz Anna Maria Barbany denunciando por la vía del humor la situación.